El transporte de carga terrestre representa el 90% del total de la carga transportada en el país, proporción que ha ido en aumento en los últimos años. Así, en el 2013 se registraron 81,115 empresas de transporte de carga, lo que representó un crecimiento del 12.7% con respecto al año 2012.
Lamentablemente, la inexistencia de un registro de transportistas calificados para el transporte de diversa índole y la falta de exigencias de autorización para el servicio por parte del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), ha permitido que cualquier conductor pueda trasladar carga informalmente y sin la calificación debida. Solo el 30% del total de unidades de transporte de carga pertenece a empresas formales. El resto opera eludiendo impuestos y obligaciones y con subcontratos de empleo informales.
Pero la compleja situación del transporte de carga terrestre no es aislada. Tiene una estrecha relación con los notables cambios en la estructura y composición del mercado laboral de dicho sector. El crecimiento de la actividad ha ocasionado la incorporación de más unidades de transporte pero el mercado laboral no ha ido a la par, ocasionando un déficit de mano de obra, el incremento en los costos y una deficiencia en el servicio por la desarticulada incorporación de personal escasamente preparado para actividades tan delicadas y especializadas como es la conducción de camiones y buses interprovinciales. Esta falta de equilibrio de mercado trae como consecuencia algunos problemas en el desempeño de las actividades de transporte:
Ante este panorama, considero que la creación de un centro de profesionalización privado, estatal o mixto como Tecsup o Senati, ayudaría mucho a reducir los problemas mencionados debido a que se despertaría interés en muchos jóvenes de todo país por ser profesionales en conducir medios de transporte de carga y de pasajeros vía terrestre debido a que con esto podrían contar con un trabajo bien remunerado. Solo por dar algunos ejemplos, un conductor de transporte de carga terrestre calificado en España puede ganar un promedio de 4,000 euros; en Australia un chofer calificado puede ganar US$ 15,000 y en nuestro país un chofer calificado puede ganar S/. 4,000 en una empresa formal y corporativa.
¿Es posible lograr esto? Hace unos 15 ó 20 años, nadie quería ser cocinero o chef porque estaban mal remunerados. Asimismo, decir que algún familiar se dedicaba a la gastronomía producía una sensación de vergüenza. Pero esta situación cambió con la llegada de uno de los mejores chefs del mundo, nuestro compatriota Gastón Acurio, quien transformó la gastronomía peruana al profesionalizar sus diferentes oficios. Hoy en día, ser chef es ser un profesional tan competente como un ingeniero o buen médico, hay una gran cantidad de institutos de preparación e incluso hay exportación de profesionales.
Pienso que en nuestro país se podría producir lo mismo con los conductores de transporte terrestre si mejoramos y cambiamos la cultura de lo que significa ser un chofer de transporte de carga.
Con la profesionalización de los choferes de transporte terrestre todos ganarían: las empresas con menores costos, los nuevos choferes serían profesionales calificados con mejores sueldos, el país tendría un menor número de accidentes, y los usuarios ganarían al tener una mejor calidad de servicio. Además, esta sería una buena oportunidad para que muchos jóvenes tengan un trabajo digno y mejor remunerado.
El Gobierno y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones deberían trabajar de manera conjunta con el sector privado y en especial con las empresas formales a fin de crear el primer centro de profesionalización del transporte terrestre de carga y pasajeros.
En estos centros se podrá desarrollar opciones y alternativas de regulación orientadas al desempeño de la masa laboral que trabaja en el este sector, su capacitación, estructuración de requerimientos y perfiles, sistemas de control y evaluación, banco de datos, transparencia de información, así como la generación de centrales de riesgo que declaren información relevante de operadores y personal de transportes.
Por otro lado, es importante plantear modelos educativos que se apliquen con éxito en otros países a manera de un benchanmarking para que se pueda elaborar un plan nacional de capacitación con una currícula de primer nivel y planes piloto y centros de evaluación psicológica y simuladores con distintos tipos de transporte de carga y de pasajeros. Así, los futuros choferes profesionales podrán tener las horas necesarias de práctica real que debe tener cada conductor para manejar un tipo de unidad autorizado.
Estoy seguro que esta propuesta ayudará a tener buenos choferes calificados. Las empresas dejarán de disputarse los pocos choferes eficientes que hay en el mercado nacional y el país mejorará su competitividad de la misma manera que los centros profesionales de choferes brinden y capaciten con instructores de primer nivel. Manos a la obra con este interesante proyecto en mejora de la logística de nuestro país.
¿Qué opinión le merece la propuesta de crear un centro de profesionalización para choferes de transporte terrestre de carga y de pasajeros?